Cada 28 de agosto, la Iglesia Católica celebra a San Agustín de Hipona (354-430), el célebre obispo de la antigüedad que encaminó la filosofía y la teología por la ruta de la cooperación.
Celebrando a San Agustín en este compartimos una reflexión a modo de galería sobre algunas citas de las «Confesiones». Que estas palabras nos sigan inspirando hoy como ayer en la búsqueda por la verdad, que no es sino la búsqueda de Dios.
San Agustín nació el 13 de noviembre del 354 en Tagaste, al norte de Africa. El padre de Agustín, llamado. Patricio, era un hombre pagano de temperamento violento pero que gracias al ejemplo de Mónica, su esposa, se bautizó poco antes de morir.
Cada 27 y 28 de agosto celebramos a santa Mónica y a san Agustín. Dos santos, madre e hijo que juntos conquistaron tantas almas para el cielo.
Hoy se celebra la onomástica de Santa Mónica, venerada por la Iglesia católica y la ortodoxa. Nacida en Tagaste, actual Argelia, es recordada por sus virtudes cristianas. Especialmente por su dedicación a la vida de oración y por la conversión de su hijo, San Agustín de Hipona.